El himen es la membrana que cubre la entrada de la vagina y presenta siempre una o más perforaciones que permiten la salida del flujo menstrual o la colocación de tampones. Normalmente se extiende por una parte, no por toda la abertura de la vagina, y es de distintas formas, tamaño y grosor.
El himen no tiene ninguna función biológica indispensable, aunque históricamente y en algunas sociedades su presencia constituye una prueba de la virginidad de la mujer, a pesar de que esto no es una prueba sólida, ya que el himen puede romperse o perforarse a una edad temprana e incluso hay mujeres que nacen sin él. Además, la penetración no siempre supone la rotura del himen, puesto que es una membrana sensible.
Pero el himen es sólo una membrana que se encuentra a la entrada de la vagina y que no posee ninguna utilidad. De hecho, hay muchas mujeres que nacen sin él, sin que ello les suponga ninguna consecuencia negativa. Puede ocurrir que el sangrado no se produzca en el mismo instante de la penetración, debido al empuje del pene y a la propia fisiología femenina.
En todo caso, se trata de un hecho natural y sin importancia. Algunas veces el dolor es más producido por la tensión muscular y los nervios que por la propia penetración.
En todo caso, si se nota algún efecto indeseado, hay que acudir al ginecólogo para comprobar si la dosis hormonal es la adecuada. También es falso que cueste más quedarse embarazada después de tomar la píldora durante muchos años.
La descripción del orgasmo varía según cada mujer. Algunas experimentan una cúspide de placer que se desvanece en un momento; otras experimentan una sensación más difusa y cálida; algunas sienten como un cosquilleo o un temblor; algunas después de alcanzar el éxtasis siguen experimentando unas sensaciones placenteras que tardan más en desvanecerse. En general, la mayoría de las mujeres llega al orgasmo a través de la estimulación del clítoris.
Pero ni todas las mujeres son capaces de conseguir varios orgasmos en una relación ni se consigue en todas las relaciones sexuales. Por su parte, es posible que un hombre pueda tener varios orgasmos seguido si, una vez que ha eyaculado, consigue tener una nueva erección.
Para las mujeres con este problema el bloqueo psicológico es tal que cualquier idea de penetración desencadena una contracción involuntaria de los músculos de la vagina. Una educación rígida, traumas infantiles, complejos o malas experiencias pueden estar en el origen de este problema, cuya solución pasa por un psicólogo o terapeuta sexual.
Desde un punto de vista fisiológico las mujeres suelen necesitar más excitación que los hombres para poder llegar al orgasmo. Pero que nunca se haya experimentado un orgasmo no quiere decir que se sea frígida. El orgasmo consiste en una serie de contracciones de los músculos vaginales que proporciona sensación de relajación y bienestar. Por ello, a veces es necesario ejercitar el tono los músculos vaginales que intervienen en el orgasmo.
Esto se consigue mediante los famosos ejercicios de Kegel, que consisten en contracciones voluntarias de los músculos del suelo pélvico. La pérdida o ausencia de la capacidad orgásmica también puede ser debida a factores de índole psicológica: estrés, ansiedad, complejos, etc. O a causas fisiológicas como el descenso de los niveles hormonales, como en el caso de las mujeres menopáusicas, o incluso debido a la píldora anticonceptiva. Muchas veces la obsesión por conseguir un orgasmo impide lograrlo.
Una cosa es no ser capaz de experimentar orgasmos y otra el no tener deseos sexuales. El primero de los casos no se debe a algún tipo de malformación o alteración de tipo médico, sino a la falta de excitación previa. Para poder llegar al orgasmo lo más conveniente es estimular el clítoris.
El mayor problema que tienen las embarazadas es la postura que pueden adoptar para hacer el amor, ya que en una gestante avanzada la tripa puede obstaculizar el coito. Lo más cómodo en estos casos es hacer el amor de espaldas o de lado.
Las molestias del principio (náuseas) o del final (cansancio) pueden hacer que durante el primer o tercer trimestre de embarazo algunas mujeres sí vean disminuida su libido. El mayor volumen de su cuerpo y las nuevas formas que presenta también pueden provocar cierto rechazo o pudor frente al acto sexual.
Respecto a la episiotomía, también hay que asegurarse de que haya cicatrizado bien para que la penetración no sea dolorosa. En la mayoría de los casos no son las causas físicas las que retrasan la vuelta al sexo con la pareja sino más bien la falta de deseo. Es normal: el cuidado del bebé, cansancio, falta de sueño, adaptación al papel de madre-mujer, etc.
Aunque la mujer no tenga aún el período, es necesario emplear métodos anticonceptivos tras el parto, ya que aunque no haya menstruación, sí puede haber ovulación y, por tanto, riesgo de un nuevo embarazo.
Por otra parte, este tipo de sustancias las recomiendan los ginecólogos a las mujeres que comienzan con la menopausia, ya que experimentan cambios fisiológicos que les impiden lubricar con normalidad.
Los lubricantes pueden comprarse en farmacias o en sex shops, condonerías o comercios especializados, ya que pueden adquirirse sin prescripción médica. Se presentan como cremas, geles o supositorios que deben estar hechos a base de estrógenos o agua. Hay que evitar los que tienen una base oleica, ya que estas sustancias, como los aceites corporales, vaselinas, etc. no son recomendables y pueden alterar la efectividad del preservativo.
Los geles lubricantes pueden ser aplicados en la vulva, el clítoris y dentro de la vagina con un aplicador o con el dedo antes del acto sexual. Para casos de sequedad severa se emplean supositorios vaginales.
» Las preguntas de ellos
Métodos anticonceptivos y riesgo de embarazo

1. Cómo se coloca y usa un preservativo
La eficacia del preservativo depende de su correcta colocación y uso. En todas las cajas de condones hay instrucciones con dibujos muy claros. Lo mejor es leerlas y ensayar su colocación antes de mantener la relación sexual. El pene debe estar muy erecto para que el preservativo pueda ser colocado.
2. ¿Qué hay que hacer si se rompe un condón?
En estos casos la mejor solución es acudir lo antes posible, dentro de las 48 horas siguientes al coito de riesgo, a un centro de salud (urgencias hospitalarias o centro de planificación familiar) para que un ginecólogo pueda recetar a la mujer la ‘píldora del día después’ y evitar así un posible embarazo no deseado.
3. ¿Qué hacer si el condón se queda dentro de la vagina?
En general, tras la eyaculación el pene pierde volumen y firmeza, por lo que el condón se le queda grande y puede salirse y quedarse en la vagina si no se retira inmediatamente. Además, al retirar el pene hay que sujetar la base del condón para que no se mueva.
4. ¿Cuál es el mejor método anticonceptivo? ¿Cómo elegirlo?
Al elegir un método anticonceptivo hay que tener en cuenta factores como la eficacia, coste y circunstancias personales. La efectividad de un método anticonceptivo se expresa como el número de embarazos por cada 100 mujeres en 1 año de uso. Los métodos más usados son el preservativo, la píldora y el DIU.
La "píldora del día después" actúa inhibiendo la ovulación e impidiendo la fertilización. Su eficacia es casi del 100% cuando se toma en las 24 horas posteriores al coito de riesgo. |
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5. ¿Qué son y cuáles son los Métodos Naturales de control de la natalidad?
Los Métodos Naturales, también llamados planificación familiar natural, se basan en la abstinencia de contacto sexual durante los días fértiles de la mujer y su efectividad depende de la exactitud en la predicción de los momentos en que ésta ovula.
6. ¿Qué son los espermicidas?
Son sustancias que tienen la capacidad de matar a los espermatozoides e impedir su paso hacia el útero. Los espermicidas se encuentran en dos presentaciones: óvulos vaginales y cremas espermicidas. No son un método anticonceptivo por sí solos, pero usándolos en combinación con el preservativo o el diafragma se puede conseguir una fiabilidad y seguridad anticonceptiva cercana al 100 %. Hay condones que ya vienen con crema espermicida incluida.
7. ¿Qué es la “píldora del día después”?
La píldora postcoital no es un método anticonceptivo sino un remedio de emergencia. Se trata de un combinado de hormonas que altera el ciclo reproductor femenino, impidiendo que si se ha producido un embarazo, éste se lleve a término. La "píldora del día después" actúa inhibiendo la ovulación e impidiendo la fertilización. Su eficacia es casi del 100% cuando se toma en las 24 horas posteriores al coito de riesgo.
8. ¿Es posible el embarazo sin penetración?
Si el pene no llega a introducirse en la vagina sino que tan solo roza la entrada, el embarazo es prácticamente imposible siempre y cuando no haya habido ningún tipo de penetración. Sin embargo, no hace falta que la penetración sea total para que haya riesgo de embarazo, ya que es precisamente por la punta del pene por donde se expulsa no sólo el semen sino el líquido preseminal, que también puede contener espermatozoides.
9. ¿Es segura la “marcha atrás” o coitus interruptus?
No. El “coitus interruptus” o “marcha atrás” es uno de los métodos menos seguros para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Esto es debido a que el líquido preseminal también transporta espermatozoides. A cada lado de la uretra se encuentran las glándulas de Cowper, que durante la fase de excitación sexual, antes de la eyaculación, segregan unas gotas de fluido que suele aparecer en la punta del pene.
10. ¿Qué riesgos tiene “hacerlo a pelo”?
Aunque se usen medios naturales para controlar la natalidad, hacer el amor sin usar métodos anticonceptivos implica no sólo riesgo de embarazo sino de transmisión de enfermedades sexuales, entre ellas el SIDA. Ni la marcha atrás, ni hacerlo durante la menstruación, ni el método Ogino son eficaces ni evitan las ETS. A no ser que se busque el embarazo, hacer el amor sin utilizar métodos anticonceptivos es una práctica de alto riesgo totalmente desaconsejable.
11. ¿Existe riesgo de embarazo durante la menstruación?
Sí, existe riesgo de embarazo aún estando con la regla. Es cierto que las posibilidades son menores, pero las sigue habiendo. Los métodos anticonceptivos basados en los ciclos reproductores de la mujer, o métodos naturales, no son nada fiables.
Lo ideal es que el momento de la penetración forme parte del juego sexual para que no se produzca una bajada de la erección. Una vez abierto cuidadosamente el envase para no estropear el condón, éste debe cogerse por la punta, colocarse encima del glande e ir desenrollándose poco a poco hasta la base del pene. Mientras se desenrolla con una mano, con la otra hay que mantener cogida la punta del preservativo para que quede suelto por arriba.
Durante el coito, es importante comprobar que el condón sigue en su sitio. Finalizado el coito, hay que tener cuidado al sacar el pene de la vagina para evitar que el preservativo se quede dentro, ya que al eyacular el pene pierde erección y el preservativo se le queda grande. Para ello se agarra el condón antes de sacarlo. Lo mejor es retirarlo nada más eyacular, antes de que se pierda la erección.
Cuanto antes se tome la píldora postcoital mejor, ya que con el paso de las horas va perdiendo efectividad. Tomadas estas medidas de emergencia lo recomendable es acudir al ginecólogo para que descarte cualquier posibilidad de embarazo. Por otra parte, para evitar roturas, hay que asegurarse de que los preservativos que se usan están homologados, no están caducados y se colocan y utilizan adecuadamente según las instrucciones del fabricante.
Si se quedase dentro y no pudiera extraerse con los dedos, hay que acudir inmediatamente a un centro de salud para que saquen el condón y proporcionen las medidas necesarias para evitar un posible embarazo no deseado.
Además de tener un elevado porcentaje de eficacia (97 % y casi 100 % si se combina con otros métodos), el preservativo es el único método que protege de las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual, como el SIDA). El DIU es un pequeño aparato que se inserta en el útero para impedir el paso de los espermatozoides (98-99 % de eficacia). La píldora anticonceptiva es una combinación de estrógenos y progestágenos que impide la ovulación (97-99 % de eficacia).
Otros métodos son el diafragma, capuchón cervical, inyecciones hormonales, parches anticonceptivos, etc. Lo recomendable es acudir a un ginecólogo o a un centro de planificación familiar para informarse sobre los pros y los contras de cada método anticonceptivo.
La predicción se efectúa controlando los cambios en la temperatura corporal basal de la mujer para conocer el momento de la ovulación o identificando los cambios de la mucosidad cervical que indican la ovulación. La efectividad de estos métodos depende del correcto uso que la pareja les dé, ya que dependen del conocimiento, observación y control de los ciclos menstruales de la mujer. En función de éstos se planifican tanto la práctica como la abstinencia sexual.
Los más conocidos son el Método Ogino, Knaus, Temperatura basal, Billingis y Coitus Interruptus. En las farmacias hay test de fertilidad u ovulación con los que se puede controlar fácilmente los días fértiles de la mujer.
Pero además de ser un complemento de otros métodos, pueden proporcionar una lubricación adicional a la zona. También existen las esponjas vaginales, esponjas sintéticas blandas impregnadas con espermicida que se humedecen y se meten en la vagina, sobre el cérvix, antes de la relación sexual.
Este medicamento carece de los indeseables efectos secundarios de los anticonceptivos tomados habitualmente para evitar el embarazo. La contracepción de emergencia debe administrarse en las 72 horas desde el momento del coito de riesgo (es decir, sin ningún tipo de protección). Posteriormente a esta primera dosis, se administra otra a las 12 horas. Sólo se puede administrar con receta médica.
Por ello, si existe penetración aunque no se llegue a eyacular dentro de la vagina, sí que puede darse un embarazo si el líquido preseminal ha sido vertido dentro.
En ocasiones, este fluido contiene un reducido número de espermatozoides, lo que demuestra que retirar el pene de la vagina antes de eyacular no es un método seguro para evitar el embarazo.
El ciclo reproductor se puede ver alterado por multitud de factores y darse, por ejemplo, una ovulación fuera del ciclo. Además, la concepción no se produce en la vagina sino en las trompas de Falopio, por lo que si hay eyaculación, algún espermatozoide puede llegar al óvulo, independientemente de la menstruación. Mientras estás menstruando, a la vez se puede haber producido una ovulación y que el óvulo esté en las trompas de Falopio en estado fértil esperando a ser fertilizado por un espermatozoide. En ese momento, si haces el amor sin protección, puede que algún espermatozoide llegue a fertilizar ese óvulo y se produzca un embarazo no esperado.